EN OLOR A SANTIDAD



AÑO 1980

La Madre María Sara inicia este año muy quebrantada de salud, pero muy solícita en todo lo referente a la vida de la Congregación.

El 26 de marzo es trasladada a la Clínica Shaio de Bogotá, su estado de salud es muy delicado. Su vida se va declinando lentamente y está preparada y confortada con los sacramentos para realizar el encuentro definitivo con el "Dios de su corazón", a quien ha amado desde su infancia y muere en olor a santidad el 28 de marzo, a los 77 años de vida.  El doctor Valencia anima a las hermanas que están con ella, les dice: ¿Para qué la lloran? ¡Alégrense, es una santa!

La Madre María Sara entrega su alma al creador, dejando huellas de santidad. Mujer serena de alma, quien hasta el último instante de su vida vivió siempre en actitud de hacer siempre la Voluntad de Dios.