EMBLEMAS CONGREGACIONALES



HIMNO

Nuestra Madre Fundadora compuso la letra de un himno con la música de la salve “Esta corona”.

En 1969, Jorge Zorro Sánchez compuso la música actual y se adoptó como Himno de la Congregación.

El himno resume el carisma y espiritualidad de la Congregación.

 

Bajo Tu amparo nos acogemos,

¡Oh Santa Virgen, Madre de Dios!
de tus libreas vamos vestidas

que son pobreza y sencillez.

Guerra al mundo, demonio y carne:
¡Viva Jesús! Triunfe el amor:
¡Viva la Reina de Nazareth!
gloria a Jesús, María y José


Nuestra divisa es la humildad,
nuestra bandera la caridad,
nuestra gran lucha es contra el mal
y nuestro escudo la castidad.


Tú dulce nombre omnipotente

es para el alma fuente de paz,

por eso inscrito en nuestro escudo
es de victoria prenda y blasón


Llevando el arma fuerte y divina,
que del rosario nos dio tu amor,
todo enemigo con la oración
con gran denuedo desafiamos

Todo enemigo con la oración


En lid de amor y sacrificios
verano siempre, Madre, vivir;

luchar con Cristo, salvar las almas,
vencer con gloria o sucumbir.

 

El pan del cielo, victima santa,

en hostia vivas nos tornará
y un solo Cristo, de amor ardiente,

ante su Padre se inmolará

 

ESCUDO

  • El campo del Escudo es de forma pentagonal.
  • Está dividido en dos partes: La faja superior, de color negro, lleva en el medio una estrella blanca, símbolo de la Orden Dominicana a la que pertenece la Congregación.
  • Ocupando el resto del campo está la Sagrada Familia de Nazareth, porque la Congregación quiere ser un homenaje  vivo a la vida oculta de Jesús en Nazareth y en el Sagrario.
  • La figura del Espíritu Santo, por quien se obró el misterio de la Encarnación, posa en medio de los tres.
  • El campo está sostenido por la cruz de Calatrava, símbolo también de la Orden Dominicana.
  • De los brazos de la cruz pende el Rosario, fuente de nuestra contemplación y apostolado.
  • Complementa el Escudo, en la parte superior, una cinta extendida con el nombre de la Congregación.

 

Se destaca en el escudo la Sagrada Familia cuyos modelos debemos imitar:

  • María, Reina y Señora de Nazareth, en quien por su humildad y sencillez, se encarnó la Eterna Verdad.
  • José, esposo Fiel, sumiso a la Voluntad del Padre, incansable ejemplo en el servicio y en el trabajo.
  • Jesús, nuestro Salvador, anonadado, oculto en Nazareth y en el Sagrario, a quien la Hermana Dominica Hija de Nuestra Señora de Nazareth debe amar y proyectar en su vida.
  • Es – Nazareth- en donde la Verdad Eterna en compañía  de María y de José realizó toda la vida de familia, haciendo realidad el misterio del Amor en el servicio a los hombres.
  • Resaltan también los signos de nuestra filiación a la Orden Dominicana: los colores blanco y negro, la cruz, el Rosario – nuestra arma fuerte y divina – legado a la Iglesia en la persona de Santo Domingo y la estrella que nos indica que al igual que Domingo, debemos ser luz en torno nuestro con la Palabra y el Ejemplo.

 

BANDERA

  • Es de forma rectangular, dividido en dos triángulos por una línea diagonal que arranca del ángulo superior izquierdo.
  • El triángulo superior es de color blanco y el inferior Azul celeste.
  • En el centro lleva estampado el escudo, simbolizando la actitud de guerra contra los enemigos del alma.
  • La división en triángulos alude a dos Trinidades: el triángulo blanco simboliza a Dios Uno y Trino; el azul representa a Nazareth, la Trinidad de la tierra, Jesús, simbolizado por la diagonal – línea común para los dos triángulos – es centro y síntesis del Plan de Salvación (Ef. 1, 3-10)
  • Se conjugan los dos colores simbolizando la espiritualidad Eucarístico – Mariana legada por nuestra Madre Fundadora: el blanco es símbolo de la verdad hecha Eucaristía, que debemos contemplar, adorar y predicar, es gozo, alegría de nuestra virginidad consagrada. El blanco es el color que más refleja la luz: luz de la contemplación e irradiación del celo apostólico por la palabra y el testimonio de vida.
  • El azul del firmamento, de la inmensidad del mar y símbolo tradicional de María Santísima, significa la disponibilidad de la hermana Dominica Hija de Nuestra Señora de Nazareth para ir a “Jesús por María”, para aceptar gustosamente la voluntad de Dios a fin de que en María, con maría y por María nos identifiquemos con Jesús de Nazareth que virgen y pobre,  obediente al Padre hasta la muerte de cruz, redimió y santificó a los hombre.

 

LEMA

“Ser un homenaje a la vida oculta de Jesús en Nazareth y en el Sagrario, en el servicio a los marginados del Cuerpo Místico de Cristo”

 

 

PÁGINA EVANGÉLICA

"Bajó con ellos y vino a Nazaret, y les estaba sujeto, y su madre guardaba todo esto en su corazón. Jesús crecía en sabiduría y edad y gracia ante Dios y ante los hombres." (Lc.  2, 51-52)